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| "Aridez" Obra en acrílico 2014 |
La tristeza destapó su alma y no hubo sol
ni vidrio ni cielo para consolarla.
ni vidrio ni cielo para consolarla.
La losa fría de la soledad oscurece el riego
de la suerte, y no ambiciona
de la suerte, y no ambiciona
sino ser muerte después del suicidio.
Mas permanece.
Mas permanece.
Permanece en un estado de inocencia
limpiando el piso de la hierba,
limpiando el piso de la hierba,
haciéndola nueva, puliéndola
sus caminos, verlos
desfilar por la tierra,
uno por uno pintarlos,
abrazarlos, tocarlos
bajo el cielo de Dios.
Hay presencia viva
cuando miro un árbol
florido para verme
debajo de su manto
de luz.
Un árbol me comunica,
me dice, me recuerda
una raíz dolorosa
bajo el paraíso
Me encanta pintar
los árboles y sacarles
sus caminos, tallar
tu nombre en su tallo,
de tantas auras, imaginándolas como duchas
de milagros sobre su pecho.
Y luego, después de alisar los puntos huecos,
arrancados de su bondad, extirpados
de la canción de cuna, relegados al escombro
de su fino intelecto, surge, de nuevo,
los colores tiernos de su pecho.
arrancados de su bondad, extirpados
de la canción de cuna, relegados al escombro
de su fino intelecto, surge, de nuevo,
los colores tiernos de su pecho.
¿Cómo quieren que pinte su sombra
enlazada a los recuerdos, al frente
enlazada a los recuerdos, al frente
de tantas riquezas, o detrás de las cuencas
brillantes de sus ojos?
brillantes de sus ojos?
¿Qué dirán cuando el silencio hable,
cuando lo que diga hace falta escuchar
cuando lo que diga hace falta escuchar
en medio de palabras simples y trazos
amorosos de sol?
amorosos de sol?
Pero la tristeza, acabó por destronar sus nubes
y empolvarlas de toda gracia,
y empolvarlas de toda gracia,
de aquella sonrisa hecha de azúcar y crisol,
de alegría, de apasionamiento de sencillas
de alegría, de apasionamiento de sencillas
cosas con nombre: flor, luz y aliento
de verde color.
de verde color.
Uhh..ya no viste su reflejo de joya
sobre su cabeza de reina, ya no calza sandalias
rojas de barca, de noche azul, de hierbas
doradas como el color de su amor eternizado
sobre su cabeza de reina, ya no calza sandalias
rojas de barca, de noche azul, de hierbas
doradas como el color de su amor eternizado
en luna llena.
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| Obra en acrílico
"TALLADO ÁRBOL" 2014  |
Me encanta observar
los árboles y sacarles sus caminos, verlos
desfilar por la tierra,
uno por uno pintarlos,
abrazarlos, tocarlos
bajo el cielo de Dios.
Hay presencia viva
cuando miro un árbol
florido para verme
debajo de su manto
de luz.
Un árbol me comunica,
me dice, me recuerda
un poema, un nombre,
una mano temblorosa,una raíz dolorosa
bajo el paraíso
Me encanta pintar
los árboles y sacarles
sus caminos, tallar
tu nombre en su tallo,
recordarlo en signo
de Dios.
de Dios.
noris capin
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