Atención: Todas las obras del blog "ME ENCANTA SER YO" están protegidas por la propiedad artística de Noris Capin.
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domingo, 12 de junio de 2016

El paso del pavorreal

VISITANTES:1,018

Obra en proceso de
Noris Capin
 
EL PASO DEL PAVORREAL

Es tan tétrico ver como las cosas
no se resuelven en un pequeño lugar
en donde no puedo dejar mi corazón
desatado, libre, relajado...
Mi corazón lleno de verdor, henchido
de raíces de sacrificio, de colores,
de mirada y ojos sorprendentes.
Ojos que buscan la belleza matutina
y el esplendor de palabras que cambien
el curso de la vida.
Vida que continúa siendo devota,
confiable a tantas cosas, honorable,
estable a los ritmos del viento.
Vientos que tocan la puerta del miedo
y la ansiedad, de pronto, lejos del campo,
fuera de mi manera de ser,
doloroso a los ojos misericordiosos
de Dios.
Dios que observa las quejas  de mi alma
y la injusticia que fragua una sonrisa. 

Obra in process
Noris Capin

THE PEACOCK WALK
 
So sad to see how things get worked out
in a small place where I cannot leave my heart
unfastened and free, relaxed...
My heart filled of green grass, stuffed with roots
of sacrifice, of colors and  surprising sad eyes.
Eyes that seek the beauty of the mornings
and the splendor of a kind word that changes
the course of life.
Life that endures and continues being faithful,
trustworthy of so many things, honorable, steady
to the rhythm of the wind.
Wind that knocks on the door of fear and anxiety
formed out of the blue, away from the fields, not in,
out of character, sort of heartbreaking to God.

God that sees the grievances of the tight breathing
of my soul and the injustice of life forcing
me to smile.

 
noris capin

domingo, 5 de junio de 2016

COMO UN ÁNGEL

VISITANTES:552
 
     COMO UN ÁNGEL
I
No sabes cómo me encanta mover mis huesos,
verlos bailar en cada estación y en cada albor
como si fuesen sandalias acabadas de comprar.
Dicen los libretos que me asemejo a un bullir
de vuelo, a un pez, saltando sobre los límites
de mi porvenir y flotando bajito sobre el tablero
sólido de mi andar.

II
Nunca me habían dicho que sería una danzarina
de paso, que aquello que hacía moverme
-de lado a lado- sobre la punta del sol y la vid,
no era más que un secreto  misterioso del mar.
III
Oh... la falda sin planchar me elevaba, me subía
como a un ángel, los pliegos de mi enagua latían
sin cesar sobre los aires del palmar.
Las cintas, oh, las cintas de mi cabello ceñían
los cuatro largos siglos ociosos sin amar...
IV
La víspera de  sones me traían tantas memorias,
vueltas sobre el viento retozaban en mi regazo,
la punta de mis pies alcanzaban la vida,  la única
estela de mi sombra huía juiciosa sin cesar
 V
Tantos desmayos crecen infieles a mi nombre,
cuantos dolores acabaron por lanzarme al suelo,
un sin fin de clamores me perseguían por la cola
del baile sin descansar.
VI
Y ahora recojo mi pañuelo y me lo acomodo
en mi añoranza, lo aprieto contra mi pecho, lo velo
como  a un río que danza, que salta sobre las  íes
de mi intenso soñar.
noris capin
 

sábado, 4 de junio de 2016

Siempre

 VISITANTES: 22
 



SIEMPRE

Siempre detrás de la fila, permanentemente estancada

en el azul quebranto de la nada y en la máxima oscuridad.
No hay hora que no me pierda en pensamiento y, en la última
salida, cuando nada es impecable como un  nuevo atuendo,

cuando ya no suene la voz del canto reclamando alguna tonada

de tarde la vida me alimentará con su llanto.

Siempre detrás de la fila, perpetuamente humillada, relegada

como una pordiosera que pide alimento en el contén de alguna

esquina deshabitada de autos y de fieras,

escondida debajo del rosario de tantas cuentas, de tantas flores

sin cortar dentro de la mirada.

No tengo por qué saber si hay público que lean mis duelos,

no entiendo si de a poco respiro en el altar de la ignorancia

o si de repente me estiro y ordeno mis cansancios con la escoba
de la muerte.

Con la valija del silencio, con la estola desteñida, con la facilidad

de que un día me adentre al verso sin considerar, hallo la desdicha

de cuanta palabra exista en la vigilia de los sueños.

En las horas de bruma, en el peñasco  que  resguardan mis papeles

rotos, allí, en la sombra del patíbulo sacrificado de fe, allí,

como una nota callada, allí, con los pies cortados a ras de tierra,

allí traduciré mis memorias, las dejaré hasta que fallezcan.


 
 noris capin