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ESCONDIDA POR SIEMPRE
Sobrevivir en la cúpula
de un árbol me brinda
la simple ilusión de la fe.
Y me siento a mirarlo
todo, a ver cómo la vida
se desenvuelve
en su andar delirado,
lleno de manojos secos,
de cavillas largas,
de mazos de trigo y hiel.
Sin decir cuanta miseria
veo desde mi ramas,
y cuantas raíces se alejan
más allá de mi cuerpo,
más allá de la patria
que sobrelleva mi culto
y santo dolor.
Podría contar cuán lejos
se ven los surcos y cuán
cerca se divisa el océano
desde mis entrañas,
desde la grieta del verso
inmortal que no escribiré.
Siento la brisa desde
el desván descosido,
y el aroma del verdor
filial aviva mi sangre,
desde el ruido del mar
hasta el don del olvido.
hasta el don del olvido.
Desde aquí veo ecos
dormidos,
la sutura de portales
abriendo puentes, royendo
el silencio de frío invernal
que bate la semilla.
¡Ah, qué hermosas se ven
mis orquídeas y que divino
se acomoda el viento sobre
mi pecho, por Dios!
Perfecta soledad abraza
Perfecta soledad abraza
mi invierno desde la altura
de mi sol, hasta las flores
que gusto pintar en plena
y sutil misericordia.
Y aquí pretendo subsistir,
alejando los vendavales
que perforan mi techo;
desde aquí recaudo
mis huesos,
uno a uno los pongo
a hilar en sones y versos
-en estribillos de luz-
hasta la dicha total
de mi ser y mi universo.
Que nadie escuche mi rezo
entre el ladrido del perro
hasta el cordón cordial
de mi canto,
en donde no habrá llanto
a la huidiza memoria.
Desde aquí me voy
entre el ladrido del perro
hasta el cordón cordial
en donde no habrá llanto
a la huidiza memoria.
arraigando y continúo
siendo la niña-mujer:
frágil y enérgica,
dinámica y fuerte
como el leño del nido
que me nutre la piel
dinámica y fuerte
como el leño del nido
que me nutre la piel
y la protege.
Obra de Noris Capin en acuarela 2014 |
OCASOS SIN NOMBRE
Si el rezo no estuviese presente
en mi vida, que fuese de mi,
que fuese.
que fuese.
Quizás una noche cualquiera,
una anchura, un confín ausente
o una vela hundida en el mar.
Si en medio de la quimera,
y aún dentro del sol poniente,
si no viviese el rezo en mi mente
que fuese de mi, que fuese.
II
II
Destino cruel que me absuelve
de tantos errores cometidos,
de tanto candor pasado de moda,
de un dolor y cien filos de muerte
y para qué.
III
Si el rezo no estuviese presente
en mi vida, que fuese de mi,
que fuese.
que fuese.
Tal vez un pájaro lisiado en piel
de mendigo, o a lo mejor un papel
níveo o torcido, acaso un verbo
aliñando en fulgor, no lo sé...
IV
IV
Oh, mas el rezo que tiembla y va,
como un quinqué alumbrando
mi orgullo, se ocupa de perdonar.
Dispensándome de la existencia,
de los ocasos sin nombres,
de la sinceridad que pule mi falta
a toda hora.
V
Si el rezo no estuviese presente
V
Si el rezo no estuviese presente
en mi vida, que fuese de mi,
que fuese, oh Dios...
Posiblemente no fuese tan feliz,que fuese, oh Dios...
seguramente no hubiese sombra
diáfana ilustrándome como soy,
enseñándome, enalteciéndome,
levantando mi nobleza en tiempo
levantando mi nobleza en tiempo
afable.
Acuarela de Noris Capin 2014 |
AL TIEMPO QUE ME DESHOJA
El tiempo infinito de los jueces, se
mece intranquilo frente a la vida.
Las guedejas que usualmente adornan su
frente, están dando paso
para ver si revive o se torna su rostro de
otro color.
Al pensamiento, a la deriva del
verso, a tanta inconformidad que, hasta
la depresión, suena como un viso de
ilusión sobre las íes de su sien.
Para combatir el enorme canturreo de
voces, para dejarlas ir de vez
en cuando, como en patrullas de desvelo,
que pasan y desfilan al pie
de la almohada.
Es mejor abrir paso a la locura, que
dejar que se pierda entre los sesos
mi voz cantante de invierno, mi
plenitud de trovadora leal, de artista,
de jilguera de tantos nombres allegados
a mi espalda.
Que vengan los siglos a salvarme,
que lleguen de par en par a sujetarme,
a sacarme del asombro que cruza el
hemisferio de los dioses.
El tiempo es la esencia que emerge desde
el historial de mi cansancio,
la vida, como ella misma, deambula y me
deja perpleja en ocasiones.
Bendito sea Dios que aún tengo vida,
el don de saber que, de vez
en vez, es mejor reconocer el silencio que santifica mi descanso.
Noris Capin |
Hola Noris... Tus palabras, tus versos, tus pinturas, una maravilla, son una feliz conbinacion...
ResponderEliminarUn saludo....