Soy feliz a
mi manera y que nadie se atreva a discutirlo.
No es fácil decir
lo dicho, pero más eficaz es no pensar,
dejar que la
mente no vuele a otro universo,
aquel que permanece
intacto con la ayuda de Dios.
Pero yo soy
feliz a mi manera, dejando que los dolores
no lleguen a
despertarme, a dejarme sin una gota de luz
por los
andenes que en mi florecen.
Y largo las
penas hacia el cúmulo de estrellas, permitiendo
el goce de
estar, dándome una sensación de aplacamiento
que me sirve
en abundancia y disfraz.
Soy feliz a
mi manera pero ¿Qué significa la felicidad
que ya no alcanzo
ni trato, ni espero?
Válgame el
tiempo que me dirá alguna que otra falsedad
inscrita en
el pabellón de los muertos.
Soy feliz a
mi manera y esa idea es a lo que me abrazo,
en la
jubilosa suerte que me inspira y me sostiene.
Doris.¡Muy interesante!.
ResponderEliminarRecibe mi saludo desde España..
Noris... Que razón tienes cuando dices... Hay que ser feliz a nuestra manera con la jubilosa suerte que nos inspira y nos sostiene.
ResponderEliminarUn abrazo.
Buenas noches Noris. No dejes nunca de ser tu, nunca seríamos felices si no conociéramos cómo es de grande el a mor de nuestro Dios.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz Adviento.
Sor.Cecilia