POEMAS AL VIENTO Y SIN SENTIDO

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POEMAS AL VIENTO Y SIN SENTIDO

VIVIENDO EN ESA ANGUSTIA

ETERNA DENTRO DEL CUADERNO.

 

 

 EN LA LUZ

Perezco en la luz

y ya nadie sabe,
y a nadie le importa
el tono de la selva
que sombreo
en mis desvelos.
Y no pueden saber
que rasgo el cielo
con mis rezos,
de luces blancas,
de lunas agregadas
a la raíz del mundo

desértico.

He regresado

a lo que siempre fue

mío: el silencio

poblado de diluvio,

de soledad sonora,

enmascarada,

de colores pálidos

y sombríos

como los antiguos

cantares.

 Propio encierro

en que florezco

estando muerta,

portando la vida

como un regalo,

debajo del brazo

que descansa

inaccesible

al tierno abrazo.

He regresado

a lo que ya era

mío,

como un premio

o un reembolso,

o una expiación

sobre mi rostro

casi agradecido.

SON DE JUNIO

Que las lluvias no toquen la hondura de mi alma,
que no se dejen ver mis lágrimas que pertenecen
a un mundo segregado, dividido entre el dolor
y la alegría.

En este mes, cuando las sombras se hacen más leves,
cuando el fracaso llega a la cúspide del infinito sentir,
ahí me veo yo contando los días, llorando en soledad
la dicha o narrando las nostalgias que regresan.

Y debería ser virtuoso, azul de prosperidades,
lleno de esa inmensa raíz que se extiende por debajo
de la cuenca de un río, y por encima de la atmosfera
que tiende sus rayos al sol como en los Salmos.

Mes de rozar mis agravios contra contén de la acera
y ver que ya nada es justo y que es siempre posible
revestirse una de añil, o de ribera, ausente de color
o de la sangre más pura.

Mi alegría no puede ser efímera o viajera, no puede
ser que los  treinta días se esfumen como las flores
escondidas de la tierra, montadas hacia la eternidad
de ningún paraíso inexistente.

Este mes ha sido un mes atrasado, colmado de sol
y abrazado a la luna y a sus acompañantes,
de verdoso hilo atado a mi corazón,
hecho de razón  como en los cuentos...

 

 

                EN LA SONRISA

           En la sonrisa, se me fue tu risa,

                                                            voló como vuelan los pájaros,

                 lejos de todo lo mío,

            de esa visión opuesta, vedada,

en donde no alcanzo a mirarte.

Y ni en fotografía, ni a través

del silencio que sofoca y hiere

descubro tanta soledad.

Se me fue tu risa y ya no logro

t ocar más mi alegría. 



EL POEMA

 

El poema inacabado espera

a que un renglón se inunde

de  mis palabras.

Mi abrazo no es suficiente

o capaz de retenerte,

para nombrarte en el eterno

                  e inacabable lenguaje.