VISITANTES: 54
Acuarela de Noris Capin |
NO SE OLVIDAN
Las cosas no se olvidan
así, de repente,
cuando existe el amor
en el corazón del ser.
No se esconde el sol
para dar paso a la luna
sin un pestañar súbito,
sin que haya un baldeo
de luz y divinidad
anterior a la muerte.
Las cosas no se olvidan
tan fácilmente y dejan
huellas hondas
huellas hondas
en donde habita la luz
y el pensamiento.
Malecón Habanero, obra en panel de lienzo 2014 |
VUELVO
Vuelvo, como las estrellas vuelvo a
resucitar y después de todo es día.
La llama que sale del sol abriga mi
silencio apenas la raíz de tiempo
comienza a despuntar.
Sol,
alba,
mañana,
claror.
Vuelvo, pero entiendo, yo siempre
entiendo tiene que haber noche.
Tiene que haber un poco de tristeza
antes que llegue el amanecer
a mostrar su luminosidad.
Aureola,
guirnalda,
anillo,
fulgor.
Vuelvo, y sin proyectar mis lágrimas
por encima del cielo adolorido,
busco la voz de la estrella y siento
que el crepúsculo se hace nuevo
antes de la primera luz.
Diadema,
fuego,
matiz,
color.
Vuelvo, como las estrellas vuelvo a
resucitar y después de todo es día,
y siempre será nostalgia la salida
del sol.
Unos dias antes de Halloween |
CUANDO MIRO A MIS NIETOS
Cuantas veces la vida se me presenta
como un fantasma o con aspecto jactancioso que sale de la tumba y arrebata
todo deseo honesto de permanecer viviendo. De pronto pienso que no debo partir, a pesar de todo lo que no es de mi agrado.
A veces, cuando siento que es más
fácil morir que vivir, hago un alto y decido vivir porque el existir es como
agradecer, como corresponder al regalo de Dios.
Asumo que es mejor subsistir, abrir
mis ojos cada mañana y ver que aún tengo vida y que todavía queda algún vestigio de mi sombra a la que debe cohabitar conmigo en un
convenio de paz y sueño.
Pero cuando pienso que la vida me
aprieta el calzado o cuando el control de las cosas sagradas se hacen letargos frente a mis ojos,
cuando no sé cómo reír o llorar en una súbita combinación de llanto y contento,
miro a mis nietos y sé que es más importante vivir para no caer de cabeza en la
tierra sin fe y sin aliento.
Cuando el tiempo me juega una broma
o cuando de saber que hay dicha en algún lugar del universo, casi imposible, de este imposible universo, entiendo que
la dicha es pequeñísima, un instante de miedo, una mínima hostia que consumo en
alegría y silencio.
Pero cuando miro a mis nietos, siento
que es más fácil vivir, abrir mis ojos y abrazar cuanta ternura me estrecha en
un recinto amplio, extenso, profundo y generoso, hasta que la felicidad llegue
a mí en forma de canto nuevo.
noris capin
Es una gran razón vivir para los tuyos y principalmente para estas preciosas criaturas que en tus brazos están.
ResponderEliminarBonita acuarela, un feliz domingo.
Hola Noris... Primero decirte que los niños son preciosos.. te veo muy orgullosa y no me extraña, en cuanto a tu poesía magnifica, como es habitual en ti...haces "que no se olviden"...
ResponderEliminarDe tus pinturas me encantan esas composiciones casi Naif... y veo una pequeña evolución hacia un cierto impresionismo..por ejemplo el árbol, o el paisaje de la choza...
Un abrazo....