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"Bird-In-Waiting"
"Ave al pie del río"
Acrílico sobre panel de lienzo
de Noris Capin
|
TODO COINCIDE
Nada rima y todo coincide.
Todo cae dentro de la nada
a su tiempo y a su medida.
Nada es nuevo y nada anda
exactamente de mi mano.
Si fuese así, no estaría,
no viviría aislada en el alba
como en los cantares...
Todo es un reto.
Nada rima y nada envuelve
mis palabras -como un eco
o un filamento- limitándome
en medio de la suerte.
Nada es más añejo
y más antártico que la muerte,
con sus flujos y desdeños,
y sus aletas de abeja
dando tumbos en la arena
y en la hierba.
Todo es un reto.
Nada rima y nada tiembla
bajo mi pluma inexperta,
por encima de la cúspide
que sustenta mi pincel
a las letras.
Nada rima y todo coincide;
lo digo yo que rimo y pinto
todo lo que veo o siento.
DESEO HACER TANTO
Diseño de Noris Capin "Balance" |
EL CUERPO
El cuerpo
es una armadura
de carne y hueso,
de resistencia
universal, de sal
y arena, de fuga
y muere otoñal.
El cuerpo es un ir
y venir inesperado,
es una aureola
ambarina saliendo
en torno a sí mismo,
para ir de paseo
o dormir durante
las heladas y eras
de cansancio.
Cuerpo dormido
en un árbol,
rebosado de mudez
y de plantas tiesas,
-de timidez-
haciendo un nido
de papeles y colores
sobre un blanco
y lustroso mantel.
Cuerpo desunido
al pensamiento,
para desdibujar
los eventos futuros,
que vendrán luego
o nunca, a sucumbir
-como siempre-
a la esperanza.
Acuarela "The Way Home" por Noris Capin |
DESEO HACER TANTO
Deseo hacer tanto, en tan poco tiempo, que a veces quisiera dividir las horas o no dormir. Tengo mucho que hacer en este día de octubre, y estoy atada a la tristeza que amarra las calabazas a los pies del campo, y a las huellas que aprietan el alma como el corsés de una reina en flor.
Y desearía elevarme al tiempo y sobrevolar por los huertos de aquella morada en donde no se silencia nada, en donde todo es momento, y siempre es abril.
Oh. Quizás si me arriesgara a navegar en una balsa para cruzar el puente de los pobres, que no lograron salir a flote o huir, podría parecerme una irrealidad inconsolable.
Posiblemente, si me encaramo a la proa de los jueces, les pediría algún adelanto parar rellenar los intervalos de la espera que me rinden y me condenan hasta la muerte, sería una casualidad.
Posiblemente, si me encaramo a la proa de los jueces, les pediría algún adelanto parar rellenar los intervalos de la espera que me rinden y me condenan hasta la muerte, sería una casualidad.
Deseo hacer tanto, en tan poco tiempo, que en ocasiones salgo a ver las flores que brotan del césped que ya nadie cuida; y luego o nunca, me animo a entonar la letra de una vieja canción.
Y deseo alzarme, como las banderas, para ir de nuevo a la patria donde nací, para ver cómo vuelan los pájaros y sacar de la mar una guitarra y cantar un villancico en verano --por si acaso mi voz regresa a ser voz.
Oh. Y si tal vez me escondiera del tiempo y de su estorbo, para ir en busca de los fragmentos que dejé sin luna, al no sonreír, pudiese decir que soy una mujer feliz, con fortuna y fe de pensamiento.
Y por si acaso, o por si me llega la suerte a susurrar el poema que me regalaste, podría iniciar la conquista del tiempo en donde ya no existen los árboles al verte cruzar.
Y por si acaso, o por si me llega la suerte a susurrar el poema que me regalaste, podría iniciar la conquista del tiempo en donde ya no existen los árboles al verte cruzar.
Y si llego a vigilar la aurora, o a controlar sus colores o a inspeccionar la vigas de los puentes para no caerme o pecar, en medio de la mar que no sabe de esperanzas, sería un privilegio.
Si fuese así...
Si fuese así...
Y si fuese así detendría las horas y las exilaría de mi mente para estar de acuerdo con el momento, con las letanías de mi cantar fracasado, y con las trombas necias de los vientos, para ser silencio en medio del rumor de un río invernal. Para detectar que hay fuerza, que hay fe, que hay amor, que existe, pues, un vestigio de vida en sus aguas.
HERMOSA
Esta isla me parece
hermosa,
la traigo en mi ser
como una argolla
de perlas y avíos
sobre mis hombros.
La llevo justo a mí,
y todas las calles
son mías, mi nombre
grabado en abrevio
saben a mí.
Mas no veo cruzar
la risa de mi ser
ni sé la estadística
de lo dicho,
en un cartel de palo
o en brocha de piel
que resuena en eco.
Esta isla me parece
hermosa,
sus flores y moluscos
palpitan y se llenan
de incienso en alba
quieta, azulada,
esbelta como la sal
que retorna a mí
en aguado color
de noche y vigilia.
Esta isla, la paseo
de lado a lado, la
veo
como un talismán
brillando en pecho
blando, en sufrida
salida de pan y vino
...a pleno sol.
Y luego el invierno
saldrá la lluvia
a verme en silencio,
callada de tantas
palabras, seca la sed
de hablar, de decir
cuanto ansío verla,
abrazarla junto a ti.
A UN ANUNCIO DE UN
JOVEN MUERTO
Nunca supe su nombre
salvo en el periódico que tituló su última noticia. Se fue así, inútilmente,
por la vía del sufrimiento. Tarde, para
qué, me pregunto, si acaso fue culpable de tantos holocaustos para que dejar
saber que fue como el aire que no volvió a ser agua durante la siembra.
Nada es nada. Dicen
los hombres que se dejó ir por causa de no reír a sus anchas. Qué tristeza, que
pena saber lo que ya sé y
no hay regreso a las calles. Nadie lo espera. Nadie vendrá a buscar su maleta
ni jamás su culpa será comentada.
Fue la sombra de lo
que fue y no digo cuanto me duele, no expreso que su dignidad fue un trofeo,
sujeto a los arrabales, en donde nació y partió su bondad y ahora llueve.
Hoy, en el pasquín
que expuso su nombre, enmarcado en celofán y marcha permanente,
— abandonando a toda crueldad y a la pérdida de
muerte—yace, sin vida, por siempre, un hombre joven.
Qué tristeza saber
que no podrá concretar su gloria, su salida al mar; su inesperada noche le
asechó como a un cruel bandido y ya no encontrará quien lo abrace porque ya no
hay tiempo de abrazar a nadie. Breve fue su vida,
cuando en alegría silbaba —quizás una canción de cuna o de fin—, no lo sé, solo entiendo que su
respiración voló por arriba de la cabeza de los lectores.
noris capin
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