EN
LA BARCA
Ni
siquiera me pongo las sandalias del silencio.
Hablo
y me contradigo, es cierto. Me encierro
y
no salgo de la nada, pero no despierto, no veo
que
hay dentro del renglón del sufrimiento.
Sigo
en la nada y aun soy algo, un gajo de fierro
para
aquellos que no me conocen. Soy una hoja
de
esfuerzo, una costilla sin carne y sin regreso.
Soy
un fleje volando en el cielo, un pan de ruta
disfrazado
de hueso.
Soy
como no quiero ser y de temor no muero.
Las
interrupciones de mi mente son mis roperos.
Allí
cuelgo mi orgullo sincero y lo demás
está visible a mis ojos...
está visible a mis ojos...
Mas
no lo comentes, no soy huraña por encima
de
la espalda, ya sabes me salvo en las resinas
nombradas
en mis versos.
A
veces me tiro a morir —pero no es mi razón
perecer
de esa manera— prefiero estar despierta,
en
control de mi empeños y mi pradera.
Vaya,
que a veces soy una acuarela traviesa,
llena
de música, rodeada de libros amados, de tul,
como
si fuesen de fresa mis anteriores cantares.
El silencio es una entidad que va en mi
contra,
un
arrecife sobre mis aguas lentas, una higuera
fría
caída de la lluvia y de las crecidas sombras.
Y
por eso sufren todas mis fuerzas y por eso late
el
olvido por fuera de los parques. Luego lloro.
De
tanto llorar me he caído del árbol y me duele
la
marcha de tantos desvíos.
Mi
último suspiro se lo di a beber a la Virgen
del
Rocío; Ella se traga mis penas como una niña,
en
la barca de su ropaje, impregnado de arena,
de
lunas nuevas y de ternura.
Me
he quitado las sandalias de la bruma y ahora
hablo.
No sé por qué difundo mi voz, se me ha
ido
la señal y las palabras; el lenguaje lentamente
Hola Noris como siempre tus poemas nos refrescan el calor del verano y nos hacen pensar.
ResponderEliminarPrecioso el dibujo, que envidia me da, cuanto me gustaría saber pintar, pero cada uno tiene su don...
Un abrazo...
Que la Virgen del Rocío absorba tus lagrimas y que nosotros te ayudemos a pasar los momentos duros y tu sigas componiendo tus lindos versos.
ResponderEliminarUn feliz domingo.
Benditas barcas que nos salvan del naufragio.
ResponderEliminarUn placer. Saludos de sol.