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SILENTES ECOS
Solo queda la luz de
mis ojos.
Mis ojos llenos de luz
apartan
la noche de intensa
oscuridad.
Luminosa mirada,
agradecida
de todo, colocada en
soledad
por calendarios sin
fechas.
Cuanto daría por un
puñado
de estrellas o una
pizca de luz
y, salir a la calle,
en donde el ruido es un
rumor
de sirenas y radios
profundos
de mar.
Y un solo mirar trairía
el canto
de las ballenas como
silentes
ecos de un mundo
distante,
en donde no existe el
espanto,
la niebla o la pena.
Solo queda la luz de
mis ojos
y con ella haré un
horizonte.
En ese horizonte brillara tu luz, como lo hacen tus letras
ResponderEliminarAbrazo
HOLA NORIS... la luz de los ojos nos abre la vida con sus luces y sus sombras, pero la vida en definitiva.
ResponderEliminarUn saludo...
No hay nada mejor que cada cual cree su propio horizonte, eso da libertad e independencia. Saludos.
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