UNA MUJER
Una mujer de cadencia y río
crece
entre hojuelas caídas de un árbol.
Su talle regresa del sueño,
vestida
de negro; su dulce sombra no
danza
sobre la suave luna, se ha
dormido
su voz por siempre en su regazo.
II
Leyendo estuvo tirada en la bruma,
logrando el tiempo, contemplando
su fuerza desde sus brazos tensos
de dolor, desde la urna de hierbas
que la restauran, levantándola
de la insondable selva.
III
Sabiéndose fuerte no decae, sigue
en la inmensa dimensión de su ser,
y continúa siendo lluvia y rocío
de rojizo atardecer.
Una mujer de cadencia y río
crece
entre hojuelas caídas de un árbol
y retoñece, y se renueva y emerge
como una flor recién nacida.
"una mujer de cadencia crece entre río y hojuelas"
ResponderEliminarlindo poema, sensible Noris!!!
Precioso poema, versos que se elevan cadenciosos y con gran fortaleza en su decir. Estos versos son de gran sabiduría, me encantan:
ResponderEliminar"Sabiéndose fuerte no decae, sigue
en la inmensa dimensión de su ser,
y continúa siendo lluvia y rocío
de rojizo atardecer."
Un efusivo abrazo Noris.
PD. Estoy haciendo una pequeña encuesta a mis lectores sobre si pueden o no abrir mi blog de Dulcineas, pues he recibido mensajes a mi correo: czevallos31@gmail.com… sobre este particular. Por el bien de la blogoesfera, por favor, avísenme si hay problemas. Gracias.