¿Cuándo pasará la fiesta de la luna llena, para que puedas vender el trigo hecho de cereal verde y tierno dulzor? ¿Cuándo será el día en que beses el polvo de tus manos y el sudor del rocío no sea puesto a reposar en el silencio del vino rojo y el dolor?
Y no habrá de temblar la tierra y no llorarán los surcos; el universo subirá y bajará desde la cruz del sufrimiento y desde el mar podrán ver tu asombro arropar la vida en pocas palabras. Allí se harán maravillas con el caldo y las ofrendas de tu huerto, con la pala y azadón vendrán las uvas a posarse en tu boca, a decirte en voz baja que eres ternura cayendo a la tierra –como la lluvia– desempolvando la tristeza y embriagando la sed de eternidad.
Vibrarán las liras y de las mandolinas brotará un abrazo; se abrirán los puentes y la sonrisa no tendrá más remedio que reír frente a la vida. Ese día –afirma el Señor- te habré de mostrar el sol del mediodía y durante la luna de la noche haré un rosal de tus huesos, la sombra pálida te abrazará y te dirá te quiero y en éste día, en que la tristeza es mucha, te abrazaré por siempre.
Alentador y reflexivo escrito.
ResponderEliminarFeliz navidad para ti y los tuyos
Un abrazo
Muy hermosas reflexiones para acabar el año.
ResponderEliminarQue el sol del mediodía te de ilusión y vida y la pálida luz de la luna te abrace para
siempre....Feliz año nuevo.