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Bendito sea Dios que aún tengo vida y puedo decir
a toda voz cuanto vale la vida.
YA HOY ES ALBA
Yo sola permanezco junto a la sombra de aquel portal.
Todo parece indicar que allí quedaré por siempre.
Mirando el amanecer —que no deja de brillar— tirando
la última piedra, no a los ángeles, sino al amanecer
que cumple su misión de levantarme todos los días.
Es horrendo pensar que terminaré mi vida nutriéndome
de la hierba que han dejado las vacas,
o mirando el paraíso desde un telescopio sin cristal
a toda hora, en plena lejanía...
Pero hoy, no es mi tiempo, hoy es un momento de fe,
de apasionamiento por la vida, de amar como yo sé
amar todas las cosas.
Porque ya hoy es alba, y el sol derrama su luminosidad
por tantos siglos de no sentir su vasta fosforescencia
sobre mi cabeza y mi pecho.
sobre mi cabeza y mi pecho.
Hoy es canto, hoy escucho las piedras vibrar, hoy veo
las flores como un regalo de bien desde mi regazo.
Hoy es mi tiempo de amasar el pan de los recuerdos
y revivir mi existencia dentro de las memorias.
Hoy es mi tiempo de amasar el pan de los recuerdos
y revivir mi existencia dentro de las memorias.
noris capin
