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domingo, 16 de octubre de 2016

Para vivir en armonía

VISITANTES:481
Obra de Noris Capin
Ilusion del Pavorreal
Para vivir en armonía
 
En fin, vivan todos ustedes en armonía, unidos
en un mismo sentir y amándose como hermanos.
Sean bondadosos y humildes.

                                                                                                    1Pedro 3-8
 
 
Amigos mís hay que tener un sentido de armonía personal cuando se trata de vivir una vida equilibrada y de orden. Hay que tener un balance profundo para que el ritmo de nuestra existencia engendre la calma y haya una transformación en el diario vivir.
Poder armonizar la estabilidad mental y espiritual merece nuestra atención ya que es un círculo que gira por sí mismo, en todos los aspectos de la vida del hombre, para mantener la salud corporal del ser humano.  La parte emocional, que es también una forma de simetría interna con el ser, juega un papel vital para que todo camine en perfección y nobleza.
De una manera u otra y de una forma efectiva, todo cae dentro del área que conlleva a la concordia personal para apartar el estrés, la ansiedad, los ataques de pánico de nuestra vida y  para llegar a un acuerdo personal con la paz del espíritu y la unión con Dios.  
El estrés  no se puede manipular o aplacar tan fácilmente, se necesita meditar y entender la causa y el nerviosismo y si vale la pena o no, estremecer nuestra serenidad propia. El estrés es una sensación de agobio que se siente, se sufre y se soporta, cuando la persona no tiene la capacidad momentánea de expresarse o de actuar con enfoque, con fortaleza  o de un modo coherente frente a cualquier situación donde se sienta invadida. 
Sin embargo pueden haber muchas otras razones para que el estrés y la ansiedad subyuguen a la persona hasta el descontrol y, cuando eso sucede, debemos esforzarnos incesantemente para que no se pierda el sentido de la armonía.
De alguna forma el estrés cobra una parte de nosotros mismos cuando no sabemos cómo dominar, dentro de nosotros, ese estremecimiento o sobresalto dentro del cuerpo.
Según las encuestas la gente que es feliz no tiene un sistema inmunológico enclenque, ya que su actitud ante la vida las motiva a ser positivas y a pensar en cosas que tengan sentido y real importancia. Esas personas, que han sabido llevar una existencia fuera del estrés y la ansiedad, viven una vida plena y un tiempo próspero porque han podido diferenciar entre la paz y la guerra.
Muchas de nosotros vivimos siempre a la expectativa de que algo va a ocurrir, que todo anda mal y, por consecuencia, nos vemos dañados por el temor y la inseguridad. Cuando nos preocupamos por los pormenores de la vida, sufrimos atropellos internos que se reflejan en todo lo que nos rodea, en todo lo que expresamos y cómo actuamos.  De manera que alterar ese estado de depresión pasajera es lo aconsejable, no por mí, sino por Dios —quien es el único que puede contrarrestar los síntomas dañinos del estrés y la ansiedad—.
Dios desea que sepamos balancear esos obstáculos que nos acarrean una serie de situaciones graves y negativas. Dios quiere que aprendamos a ser fuertes de espíritu para que tengamos motivaciones que propaguen hechos placenteros y para estar de acuerdo con la armonía íntima y el buen vivir. Debemos de hacer un alto y pensar qué es lo que nos inquieta.
¿Qué más pudiéramos desear que vivir una vida llena de recompensas espirituales enviadas por Dios? ¿Qué más desearíamos que sucumbir delante de la presencia de Dios sin ataduras, sin preocupaciones, sin nada que nos arrastrara hacia el estrés y la depresión? ¿Es que acaso no sabemos cómo orar para pedirle a Dios el auxilio que necesitamos porque no sabemos el método para dirigirnos a Él?
Pero para orarle a Dios, amigos, no hay una técnica ni un formato, para dirigirnos a Dios no existe un estilo especial o un modo específico para hablar con Él.  Lo primordial, lo importante y lo vital es tener un corazón contrito y humillado y hablar con Dios en espíritu y verdad. Para llegar a los atrios de Dios sólo necesitamos la armonía interna y el deseo de abrir el corazón y donárselo a Él  con todas las fuerzas, con toda la obediencia que le debemos al Padre Celestial.
Dice la Palabra de Dios en 1Corintios 1:10 lo siguiente:  Hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo les ruego que todos estén siempre de acuerdo y que no haya divisiones entre ustedes. Vivan en armonía, pensando y sintiendo de la misma manera.
Amigos, dejen detrás el estrés, enfréntense a la vida con determinación, con fe, con esperanza, con plenitud, con la certeza de que todo lo que se pide a Dios en oración, según Su voluntad, ya está en Sus poderosas manos.  Vivan la vida felices, amigas, eternamente felices, en armonía y confianza, hasta que Dios quiera y hasta siempre. Amén.

noris capin/copywrite

jueves, 6 de octubre de 2016

DESDE LA LUZ

VISITANTES: 305
Detalle de Flor de Altar
Noris Capin
 
DESDE LA LUZ

Desde la luz suelo hacer un alto a la memoria,  la dejo pasar por la curvatura de las horas sin que sea advertida o añorada su admirable ola fugaz. Y pienso que, a estas alturas de la vida, cuando el verso llega atado a las vigas que juntan el día y la noche, no podría aspirar más que a un tenue sentir, fuertemente arrodillado a mi tiempo, frente al altar de Dios, pidiendo nada de lo poquísimo que deseo pedir por si me marcho pronto.
Unas cuántas cosas abrigan mi pecho de luz: el tibio abrazo que deja la luna sobre el cántaro colmado de agua, la gracia del espejo vislumbrando un sueño  —alumbrando como un quinqué la inmensa claridad,  desde lo alto—, sintiendo el reflejo hacer música en mi alma como en los cuentos del ayer. Mas la ternura es una santa emperatriz que solloza,  la llama que no se apaga nunca, de tantos ilusiones colgadas se alza, plena, sobre la sepultura y los petardos que tropiezan contra mí.
Solo yo y el silencio hallamos el agrado que termina por dejarse ver entre los henos y los almendros de la Patria, como una sinfonía, como una tonada,  como una canción recostados al pie silente del vacío que conserva mi secreto de isla.
Nada deseo para mí sino el gozo de estar presente —junto al lago— o cerca de un árbol de flores nuevas
dando raíces a la tierra, unidas a los brotes de mi voz. Y no es la dicha redentora lo que me prende los ojos de claror, sino que, al arder el día —de blanca nitidez y canto— hace de mi sufrir un pasadizo de  asfalto sobre la frente y el abrazo imposible de mi amor.  Exigente es la llama que no sabe andar descalza por la vía dolorosa de los sueños, y quiere más de sí, ansiando la gloria y la paz, aspirando a crecer sin que perezca el eco que la aflige, más allá de la abundancia y de la sequía perenne de su muerte.  En la luz suelo hacer un alto a la memoria,  dejarla volar a través de su inconfundible voz, atravesando la frontera de la existencia, salvando las palabras de más, diciendo lo mínimo, lo máximo, lo inexplicable de todos los tiempos.
Y ella vuela y baja hasta las profundidades del silencio  —como una llama de fuego— que no se apaga
con agua ni se extiende en el regreso de tantos reversos, infestados de soledad, de pliegos rotos, de
palabras revueltas, vagas, desarmadas y sin piedad. No encuentro solución a tantas luchas sofocadas bajo la sobra de los huesos, no hay querella que valga más que una estrella —aquella que me regalaste— en un momento feliz en donde no existió el dolor.
Desde la luz me alzo hasta encontrarte, hasta tocar la aurora y apresarla, sin que hayan preguntas o respuestas anidadas a mi sonido, a mi clamor desesperado en donde sólo hay sol y alba a mi regreso.

 
noris capin

domingo, 11 de septiembre de 2016

¿CÓMO SERÁ EL OLVIDO?

VISITANTES:567+1

Obra de Noris Capin


¿CÓMO SERÁ EL OLVIDO?
I
Pregunto ahora ¿Cómo ha de ser el olvido
en las horas del crepúsculo, cuando a nadie
le importa la baba que rueda inocente sobre
los labios, levemente en decadencia de piel,
y que cae despacio sobre el mentón una vez
erguido como el orgullo de los dioses?
¿Habrá ese amor que imaginamos o quizás
el filo de la ironía nos protegerá de la risa
en que vivimos en lucidez o en avivamiento,
en un rincón de aire o en un barrio pobre
pidiendo qué?

II
¿Cómo será el olvido, si ya en incertidumbre
el poder que nace de la omisión sin nombre
 ya tiene nombre, y que a la vez tiene vida
en la sombra de hoy y del dolor que sorteará
un terreno en el cuerpo, como en las ferias,
de carruseles oxidados por el temporal?

III
El oído se llenará de larvas y no se podrá oír
el silbido de la brisa o canto de algún pájaro
armando un nido alto de voces, frente a Dios
o ante el origen renovado de la juventud.
Qué terrible cuando llegue el momento de fe
en que pensemos habrá una aldea dentro
de una ciudad cualquiera –preferiblemente
allí, bajo las capas de la noche– o en una ola
en regresión del punto seguro del ayer,
o en una localidad arrendada, de poco bolsillo,
para no sentir ha sido en balde haber vivido
contando los kilos en la magnanimidad
de un amo astuto en su omnipotente e inútil
bondad.
 
IV
¿Cómo será la oscuridad que apenas arribará
en su bozal de neblinas, de humos y de velos
que nos verán pasar en vano, perfumados
de ungüento –tal como si el viento no nos
hubiese conocido– y la lluvia no nos hubiese
inundado de agua; habría, entonces, una hora
concebida de luz?
¿Y cómo ha de ser el olvido en momentos
de largas fechas y de cortas resucitaciones,
de corazón a corazón, renacidos al latido
de arterias y venas, de debilidad y dolencia
preocupados, no más, por amor o felicidad?

V
Aquella canción de cuna en que soñamos
un futuro incierto, va ser para siempre eterna
soledad de mente, de espíritu y de cuerpo
escuchándose como en los salmos ilustres
de David en un día de fiesta…

VI
Ay, cuando aparezca ese tiempo cargado
de alimañas dejando su aguijón en piel
de oveja o en tez de araña, sabremos no
habrá un día en que no inmortalicemos
los días de retorno al bosque encantado,
o a las orillas sombreadas de góndolas
imposibles de navegar.
Ay, cuando florezcan las arrugas ¿Quién
se acordará del verso? de las incontables
palabras de las que nunca volverán a ser
inmortales como el tiempo de irnos, al fin,
al verdadero lado de los sueños,
solos, sin un adiós que importe al tiempo
en que me olvidas.

noris capin

© N.C. Derechos Reservados/USA
Prohibida la Reproducción total o parcial,
por cualquier medio sin la autorización de la autora.
 

lunes, 5 de septiembre de 2016

SON DE LLUVIA

VISITORS: 520
 
Son de lluvia


Son de lluvia agítame cuando vengan tus aguas
a despertar el murmullo de tu canto sobre la vía
de suave légamo.
No hay sino un balbuceo de niños, no existe
sino un camino de agua socavando el terreno
de mis noches o alzando el aroma de tu eterno
palpitar...
Tantas veces deseé el arribo de tu fluido pasar,
lento, sobre el alcantarillado y la acera,
y no pude alzar mis manos para bañarme
con el bienestar de tu insistente riego.
Y yo quise ser tuya, agua, sedienta de  divisar
cómo caía tu mojada sombra sobre el sedoso
surco que dejan tus gotas sobre mi cuerpo.
Son de lluvia, avísame cuando regreses a ver
si asiento mis pies sobre el pavimento lleno
de  tu ilustre aliento y salmo.
 

noris capin

 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

MUJER

VISITANTES:607

Tributo a la mujer en Cristo
Mujer ejemplar no es fácil hallarla;
¡vale más que las piedras preciosas!

                                                     Proverbios 31:10

Mujer, nacida de la mujer, alianza, eco, imagen suave  del rocío, luna bajada del cielo, verso raudo del Universo. ¡Escucha este pregón inspirado! festivo, alegre,  de profundo poderío, fiel  a las notas del arpa, devoto  al compás de los ríos.
Eres la flor pura del Este, la estrella ilustre del Sur, la llovizna grata del Norte, la onda azul del Oeste, la pasión sutil del Caribe y las Islas Vírgenes de la naturaleza.
Es para ti esta porción de luz, el aria de los arcángeles te alzan con su galanteo de paz, el monte
de los olivos te abraza y te nombran los mares de Mediterráneo.
Cómo te cantan las rondas y las rosas te veneran; los jóvenes prorrumpen la inmensidad de tus formas, en el calor de tu abrazo, extendido en tu mirada:  sin límites, sin líneas   acortando tu paso, sin orillas alargando tu senda; la voz de las promesas te aplaude y proclama tu encanto.
Para ti es este cántico, mujer, en donde se afinan las liras  y pactan contra la desdicha  los ángeles, y se armoniza el amor del espíritu desde el dolor y la vida.
Eres inolvidable, mujer,  perenne luz de la sociedad,  hierba de todos los olores, novia del mar, de infinita dulzura, vida de hoy, vida de mañana y de siempre.  Mujer, eres tú, soy yo, somos la increíble amplitud del tiempo y del amor hecho cuerpo, puesto en medalla brillante de luz y de cantos.
Contigo se propagan los campos y las siembras se hacen más plenas, más consientes de las lluvias que riegan tus frutales límpidos, sin manchas y sin penas ni agresiones.
Eres el la galaxia de los confines de la tierra, la máxima inspiración de los poetas, de los dioses comprometidos con tu candor y belleza.  Eres, sin dudas, el caracol descansando en la arena, eres el aire de los mares que vuela por encima de las gaviotas de las playas; tu manto firme deletrea la grandeza de una estrella alineando el surco de la caña, que crece hasta tus rodillas, rompiendo la hierba muerta hasta abrazar el verdor de la hierba viva, cultivada bajo tu falda de franjas blancas.
Eres la sal del mundo, la única bandera que ondea en lo alto, la cremallera que sube y baja para conciliar los versos, escritos con esperanza.  Eres, eres, la máxima musa de los mortales, la tierra en donde nacieron los higos, en donde los higos crecen al son del clarín o al murmullo de los barcos y las olas...
Sin ti no hubiesen brotado las descendencias pues no existe otro ser que pueda amamantar la vida a modo de ofrenda, de la misma forma en que tú lo has hecho.  Sin ti no hubiese sido fiel el calor de sol abrazando la vida, tiñéndola de esperanza, haciéndola más grata —como amortiguando los dolores y sembrando la felicidad que emana—; sin ti el balance del hogar no tiene el nivel que iguala la rectitud del mar sobre el horizonte.
Dice la Palabra de Dios lo siguiente: Se reviste de fuerza y dignidad, y el día de mañana no le preocupa. Habla siempre con sabiduría, y da con amor sus enseñanzas. Proverbio 31:25-26.
Tus manos de trabajadora incansable se alzan en plegarias, al unísono con los ángeles, que cuidan de tus noches y de tus días. Y donas tu amor a quienes amas y por quienes sufres, mujer de las semanas entretejidas de obligaciones, de tanto laborar para los tuyos, para ser del cultivo, un manjar, una vianda traída de los surcos en donde crecen los regadíos.
Sin ti no hubiesen brotado los paisajes ni tampoco germinado la flor en donde está tu parecido, en donde se encuentran las guirnaldas que adornan tu cabello: negro, rubio, y de tantos dolores allegados a tu sien.  Sin ti no hubiese sido posible el amor, dado en bandejas de plata, en tenedores de bronce y  en vajillas de oro para ofrecer lo mejor que Dios puede ofrecer a los tuyos.
Mujer de Dios, ámate a ti misma, conserva el flujo de la vida en tus manos, hidrátate con el agua de la fuente del Señor, todos los días, a toda hora, en todo lugar y tiempo.

 

Dice la Palabra de Dios: Se reviste de fortaleza y con ánimo se dispone a trabajar. Cuida de que el negocio marche bien, y de noche trabaja hasta tarde.  Con sus propias manos hace hilados y tejidos. Proverbios 31:17-19

 
noris capin
 

domingo, 21 de agosto de 2016

AL SALIR DE LA PATRIA

VISITANTES: 559

 
AL SALIR DE LA PATRIA
Mas no me río, no me abochorno
de mis aburrimientos ni los cubro
de ese sol vivaz, de esa hoguera
pálida, de ese sobretodo de pana
con que me cubrí el cuerpo al salir
de la patria.
Y sigo, en ese andar casi dormido,
tomando el flujo de los vientos
-que hago míos- por amor al arte
o  ¿es por amor al arte? -aclaro.
Y siento golpes agitar mis versos,
los veo tambalear por la calzada,
lo escucho palpitar, los veo durar
como el invierno que flagela
la imagen del sol abrazando cada
sombra en donde me veo brillar.
Mas no me gozo de mi empeño
en recuperar mi aliento de niña,
en encender la llama del calvario
para nunca amortiguar el olvido
en dónde estás.
Y en desazón me guardo la vida
que me restablece como imagen
nueva, no como piedra muerta,
sino con la sustancia de respiro
por siempre entre las flores.

 
noris capin


 

 

 

 

 

 

 

domingo, 14 de agosto de 2016

RELEVO DE VIDA

VISITANTES: 1,069

Allure of the Sea
Arte de Noris Capin
Relevo de vida

Porque el Altísimo , el que vive para siempre y cuyo nombre es santo
dice:  “Yo vivo en un lugar alto y sagrado, pero también estoy con
el humilde y afligido.”

                                                                                             Isaías 57:15

Mujeres de Dios, pongan argumento a sus vidas, ¡pongan fuego al banquete que espera! Besen  la senda por donde caminan y recojan las flores que adornan en derredor.  Encuentren, en el borde de algún recuerdo, los pétalos que deshojó una flor; y báñense con el rocío que dejó impregnado el frío, cuando el amor se fue y no volvió.
Vuelvan al cálido engranaje que dicta sus propias causas y vayan a descansar sus cargas a la  cima de la montaña, y abracen abiertamente el tiempo que ya pasó.
Sumérjanse en la plenitud de Dios, encausen sus vidas por la senda ungida, y traten de alcanzar la luz  que les brinda el amanecer... Entonces sujeten con gozo el ramo de sus heridas, que se han quedado dormidas en el tiempo que se esfumó, y festoneen con agrado, las delicias, los agravios, la belleza de los días de su santa juventud.
Al alcanzar esa afrenta, que aviva el camino de cruces, recuerden a los conocidos que hicieron la diferencia, los que se sumaron a sus contentos y fiestas, a quienes tuvieron paciencia durante las épocas de estupor, en tiempos de luces y de tantas leñas por quemar.
Tírenle también sus manto a las personas que inspiran, y pásale el testigo, a quien corre contigo la carrera inmensa de la adversidad.
Releva el llanto, por el zumbido del viento, y pongan un ramo de laureles en la entrada de sus estancias; viendo así como el sollozo se torna en un dulce canto, alejando el diluvio de sus cansancios y la estela dolorosa del adiós.
No obstante, en y caso de que las tinieblas no apacigüen su ardor humano, Dios te toma firme de la mano y dice: “te amo”, "estoy contigo", no te he olvidado...

 
noris capin
 

 

domingo, 24 de julio de 2016

Para vivir en armonía y sin estrés

Visitants: 305
 
Para vivir en armonía

En fin, vivan todos ustedes en armonía, unidos en un mismo sentir y amándose como hermanos. Sean bondadosos y humildes.

                                                                                                    1Pedro 3-8
 
Amigos míos hay que tener un sentido de armonía personal cuando se trata de vivir una vida equilibrada y de orden. Hay que tener un balance profundo para que el ritmo de nuestra existencia engendre la calma y haya una transformación en el diario vivir.

Poder armonizar la estabilidad mental y espiritual merece nuestra atención ya que es un círculo que gira por sí mismo, en todos los aspectos de la vida del hombre, para mantener la salud corporal del ser humano.  La parte emocional, que es también una forma de simetría interna con el ser, juega un papel vital para que todo camine en perfección y nobleza.

De una manera u otra y de una forma efectiva, todo cae dentro del área que conlleva a la concordia personal para apartar el estrés, la ansiedad, los ataques de pánico de nuestra vida y  para llegar a un acuerdo personal con la paz del espíritu y la unión con Dios.  

El estrés  no se puede manipular o aplacar tan fácilmente, se necesita meditar y entender la causa y el nerviosismo y si vale la pena o no, estremecer nuestra serenidad propia. El estrés es una sensación de agobio que se siente, se sufre y se soporta, cuando la persona no tiene la capacidad momentánea de expresarse o de actuar con enfoque, con fortaleza  o de un modo coherente frente a cualquier situación donde se sienta invadida. 

Sin embargo pueden haber muchas otras razones para que el estrés y la ansiedad subyuguen a la persona hasta el descontrol y, cuando eso sucede, debemos esforzarnos incesantemente para que no se pierda el sentido de la armonía.

De alguna forma el estrés cobra una parte de nosotros mismos cuando no sabemos cómo dominar, dentro de nosotros, ese estremecimiento o sobresalto dentro del cuerpo.

Según las encuestas la gente que es feliz no tiene un sistema inmunológico enclenque, ya que su actitud ante la vida las motiva a ser positivas y a pensar en cosas que tengan sentido y real importancia. Esas personas, que han sabido llevar una existencia fuera del estrés y la ansiedad, viven una vida plena y un tiempo próspero porque han podido diferenciar entre la paz y la guerra.

Muchos de nosotros vivimos siempre a la expectativa de que algo va a ocurrir, que todo anda mal y, por consecuencia, nos vemos dañados por el temor y la inseguridad. Cuando nos preocupamos por los pormenores de la vida, sufrimos atropellos internos que se reflejan en todo lo que nos rodea, en todo lo que expresamos y cómo actuamos.  De manera que alterar ese estado de depresión pasajera es lo aconsejable, no por mí, sino por Dios —quien es el único que puede contrarrestar los síntomas dañinos del estrés y la ansiedad—.

Dios desea que sepamos balancear esos obstáculos que nos acarrean una serie de situaciones graves y negativas. Dios quiere que aprendamos a ser fuertes de espíritu para que tengamos motivaciones que propaguen hechos placenteros y para estar de acuerdo con la armonía íntima y el buen vivir. Debemos de hacer un alto y pensar qué es lo que nos inquieta.

¿Qué más pudiéramos desear que vivir una vida llena de recompensas espirituales enviadas por Dios? ¿Qué más desearíamos que sucumbir delante de la presencia de Dios sin ataduras, sin preocupaciones, sin nada que nos arrastrara hacia el estrés y la depresión? ¿Es que acaso no sabemos cómo orar para pedirle a Dios el auxilio que necesitamos porque no sabemos el método para dirigirnos a Él?
Pero para orarle a Dios, amigos, no hay una técnica ni un formato, para dirigirnos a Dios no existe un estilo especial o un modo específico para hablar con Él.  Lo primordial, lo importante y lo vital es tener un corazón contrito y humillado y hablar con Dios en espíritu y verdad. Para llegar a los atrios de Dios sólo necesitamos la armonía interna y el deseo de abrir el corazón y donárselo a Él  con todas las fuerzas, con toda la obediencia que le debemos al Padre Celestial.
Dice la Palabra de Dios en 1Corintios 1:10 lo siguiente:  Hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo les ruego que todos estén siempre de acuerdo y que no haya divisiones entre ustedes. Vivan en armonía, pensando y sintiendo de la misma manera.
Amigos, dejen detrás el estrés, enfréntense a la vida con determinación, con fe, con esperanza, con plenitud, con la certeza de que todo lo que se pide a Dios en oración, según Su voluntad, ya está en Sus poderosas manos.  Vivan la vida felices, amigos, eternamente felices, en armonía y confianza, hasta que Dios quiera y hasta siempre. Amén.

 
noris capin