Atención: Todas las obras del blog "ME ENCANTA SER YO" están protegidas por la propiedad artística de Noris Capin.
#NOR-172545 ®.

sábado, 4 de junio de 2016

EL ABRAZO

Visitantes: 16

"En el bohío"
Obra de Noris Capin
El abrazo
"Ama a tu prójimo como a ti mismo"

 
                                                             Marcos 12:31

El ser humano, desde la creación, ha vivido su vida en un mundo de señales y  de pantomimas, de muecas y ademanes geométricos, quiero decir, en un marco que no abarca a otro ser porque sus cuatro puntas parecen ser líneas rectas.
Es imposible vivir la vida en una propia dimensión o espacio dado el hecho de que vivimos rodeados de muchas personas. Es imposible recluir la vida en el silencio de paredes sordas, de tapias demasiado altas como murallas o parapetos  para distanciarnos completamente del mundo. Eso es imposible.
Vivimos en un país nuevo, lleno de impresionantes contradicciones y miedos, de reclamos y discordancias. Un país que en su maravillosa divinidad y oportunidades, nos urge a convivir con otras personas y a ser amable.
Finalmente, hemos adoptado ciertas características, a través del tiempo, que nos aprisionan y nos aíslan de compartir y comunicarnos correctamente de manera que no "tocamos  base" con lo que sucede en nuestra vida y la de otros.  Nos hemos vuelto adictos al trabajo, a las compras, a las cosas del mundo y le hemos  vuelto la espalda a las cuestiones del alma.  En otras palabras, no hemos encerrado en una piel que no es la nuestra.
Hay que sentir la soledad para poder salvar el tramo de la negación personal, hay que sentir la vida y rodearse de lo puro, de lo verdadero y lo cierto.  Hay que advertir el corazón de la gente necesitada y no ignorar que en algún momento de nuestra existencia nosotras fuimos ignoradas igualmente.
Hay que abrazar a las amistades, a la familia, a un niño enfermo, a un anciano solitario.  Hay que abrazar a los necesitados ya que al abrazar, el círculo del cuerpo envuelve a la otra persona y la estrecha, le da confianza hasta llegar a ser una envoltura o un manto que protege a dos personas por igual.
La idea del abrazo es la alianza que no delimita ni condiciona, ni relega o señala a las personas sino más bien las acopla y las vincula como si fuera una mezcla de ingredientes del mismo color.
Cuando abrazas sabrás que la vida se hace más llevadera y más grata al corresponder con la misma sencillez que brota desde el corazón  al prójimo. No hay nada más sorprendente que un abrazo dado con sinceridad y espontaneidad, con ese sabor a candidez y nobleza que sobrepasa todo gesto afable y humano sin utilizar palabras de menos o de más.
No hay otra forma de sentir la consolidación de las almas si no es por medio de un abrazo, no existe el arraigo o la firmeza si no se experimenta el calor del ser amado como una conexión de espíritu, amor, concordia y paz, si no hay un acoplamiento verdadero entre dos seres.
Un abrazo es el símbolo de consuelo más profundo e íntimo que sobrepasa las palabras, las señales, los pactos y convenios, los actos y las firmas que, al final, se quedan plasmados en un frío papel.
Hay que cruzar la ciénaga de la indiferencia y comenzar a sentir en carne propia los dolores y las depresiones de los demás, aprender a decir una palabra noble, una palabra condescendiente y mirar con gratitud al ser humano y decir las gracias siempre o a toda hora.
Dice la Palabra de Dios en 1 Pedro 4, 11 lo siguiente: "Cuando alguien hable, sean sus palabras como palabras de Dios. Cuando alguien preste algún servicio, préstelo con las fuerzas que Dios le da.
Amigos hoy abracen, hoy expresen, hoy enumeren, hoy ayuden y declaren, exclamen que un abrazo de buena voluntad vale más que las piedras preciosas, más que el dinero de todo el Universo, más que lo material que causa alegría.
Alejen la indiferencia que las colocan en un lugar oculto y dejen las señales y las pantomimas y las muecas del desgano, la flojedad de espíritu, la negligencia que las llevan a la inercia, a la frialdad del ser.   La abundancia del ser humano es dar, compartir los frutos del Espíritu —en donde reside la esperanza y la ilusión—, la confianza, la certidumbre y el crédito frente a los ojos de Dios. Crucen la frontera que les conducirán al júbilo y la humildad por siempre.
 

 
noris capin
 

domingo, 15 de mayo de 2016

Cielo y Tierra

Visitantes: 33
"Cielo y Tierra"
Obra de Noris Capin
 
 
TREINTA DÍAS
Treinta inviernos
me crecen
del árbol
que cultivo
en mi regazo.
Treinta carretas
halando
mi arreo,
treinta
armatostes
tirando
de mi collar
de soles
alumbrando
nada;
treinta caballos
colectando
huellas
en ese ir y venir
que me consume.
Treinta días,
treinta noches
unidos
a los árboles
repletos
de hojas secas,
de callados
troncos
sin abrazos
y sin canciones.
 
noris capin
 

domingo, 1 de mayo de 2016

CANTO A LA ESPERANZA

VISITANTES: 703
Canto a la esperanza
 
El Señor tu Dios está en medio de ti;
¡él es poderoso, y te salvará!
El Señor estará contento de ti.
Con su amor te dará nueva vida;
en su alegría cantará.

                                                          Sofonías 3:17

La esperanza es el reverso de lo imposible o lo inalcanzable. La esperanza, según la Palabra de Dios, es la victoria para aquellos que creen y para los que ponen su confianza en Su Palabra y en Su amplia misericordia. 
Lo imposible es algo que no se puede alcanzar aunque las aspiraciones digan lo contrario, aunque desear conseguir ese algo sea una ilusión abolida por la acritud de los años y la negatividad.  Lo inalcanzable a nuestros deseos humanos hace que languidezcan las aspiraciones de apurar los sueños que se adhieren al alma diariamente.  Pero no tiene que ser así si hay ánimo e ilusión en el corazón. Lo inaccesible debilita las voces impulsivas del espíritu al quebrarse las quimeras con el pasar del tiempo. Querer abrazar lo ansiado es una ofrenda para no dejar de soñar por lo que se suspira desde fondo del alma: ese ardor que activa el desvelo de querer realizar lo irrealizable para vivir con una expectativa siempre. Es mirar las cosas con confianza, con placidez, con la perspectiva de lo viable y con la fe que fecunda los pensamientos más limitados y tristes dentro de la imposibilidad de las cosas. 
Lo infinito está muy lejos para ser palpado con seguridad e infalibilidad, pero la invitación que encierran las casualidades y las circunstancias de nuestra existencia, que dan y vueltas a través del tiempo, en donde estamos, nos dicen que no son fábulas escritas en las páginas de un libro ausente.  Lo perdurable es lo eterno, amigos, lo de hoy no es más que una ilusión puesta en el horno de la esperanza.
Sabemos que lo inmortal es lo que hacemos con la abundancia de ser libres e infinitamente admirables desde nuestro campo interno. El poder penetrar por la vía de la claridad del presente, recoge la esencia de lo posible, de lo que se ha de buscar por arriba de las objeciones y por el intento de salvar un impedimento en medio de lo que es factible. Palpar la idea de lo imposible, obliga a que suceda algo, a que el bien sobrevenga y se vislumbre un porvenir al final del horizonte.
La capacidad de vivir atesorando un futuro, orlado de alegría, atrae la esperanza y una eventualidad para quien la busca dentro del incomprensible pasar del tiempo.
Tengan en cuenta que al filo de la imposibilidad quedamos sufriendo, a tientas, en medio de la oscuridad, a ciegas frente al destino, presos, reclutados en la tenebrosidad del universo y la vida. Al filo de la imposibilidad permanecemos en una larga espera, sin incentivos propios, sin un estímulo que rompa con las cadenas de la impotencia y la desdicha.  Al filo de la imposibilidad se precipita la total creencia de que no hay nada de por medio que diluya lo que está escrito y preconcebido por Dios antes de nuestro nacimiento o durante la espera en el vientre amoroso de nuestras madres.  Y con esa certeza, sustentadas por la fe, seguimos adelante en nuestro caminar diario por la vida, siempre con la mirada fija en Dios Todopoderoso  sintiendo el ruido del silencio y los gritos de los vientos que aguijonan las puerta del alma, es solo un pasajero estar en donde esperamos
pacientemente.
La viabilidad es Dios, en medio de las piedras que bordean el camino, Dios es quien nos salva de todo lo que no se ha logrado, de lo perdido, de lo malogrado y lo que se habrá de alcanzar de una manera u otra, dada a la voluntad de Dios. Él es la opción para lo indecible y la confianza para aquellos que esperan fielmente en la luz o en la sombra para siempre dar gracias, siempre en vigilancia a los cambios que suelen venir cuando menos lo esperamos.

Y dice la Palabra de Dios que “A todo puedo hacerle frente, pues Cristo es quien me fortalece"   Filipenses 4,13.   Amén, Amén, Amén.


noris capin

 



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domingo, 24 de abril de 2016

MISERICORDIA Y CANTOS


VISITANTES: 150
"Under the tree"
Obra de Noris Capín


CANTO DESESPERADO
 ¿Por qué me has abandonado, Señor?
¿No te das cuenta que estoy en medio
 del desierto? ¿No sabes, Señor, el peso
 que llevo dentro?
¿Por qué me has abandonado, si sabes
  que te busco con desesperación
y congoja?
¿Por qué me ignoras y me viras
la espalda cuando más te busco
en medio de mi tristeza?
¿Por qué te escondes de mí?
¿Por qué no te siento junto a mí
como al principio?

CANTO ANSIOSO
 
Yo te busco, Dios mío, en el desierto,
en los ríos, en las montañas
y en el inmenso mar.
Por la espuma de las olas corro,
para descansar contigo en la orilla.
En los ríos me adentro al caudal feroz
de las aguas, buscando allí tu presencia.
Yo te busco en la pradera y en el cantar
del pájaro, te busco en la risa
de un niño y al despunte señorial del alba.
Te busco en el bullicio del día y el repicar
de las campanas. 
¡Te busco,

te busco,

te busco!
En el silencio voraz me hundo, hallando
el vacio de mis propias palabras.
Te busco en la tierra y en las piedras;
en mi inquieto andar, te busco y me pierdo
en el ríoy me ahogo.
Buscando estoy tus huellas en el sendero
incierto, lejos de mí, de mis cantares
y del verso.
Oh Dios, allí te llamo, grito, lloro
mas no te encuentro...
¿Por qué me has abandonado?
¡Sálvame,

sálvame,

sálvame!

CANTO RESPONSORIAL
 
No te he abandonado, hijita.
¿Es que acaso no me encuentras
 en el desierto? ¿No me distingues
en las colinas y en las plantas
de mi huerto?
Yo Soy el cactus que subsiste
entre las piedras y Soy la arena
del vasto paraje.
Soy el sorbo de agua que te da
de beber cuando tienes sed,
 Soy el río que espera la lluvia
en tiempos de sequía.
Soy el árbol que te da sombra,
cuando el sol descarga sus rayos
sobre tu cabeza.
Soy la neblina que ampara tu andar
errante y protege tus pasos de día
y en la oscuridad.

Soy el aire que te abraza con ilusión
de niño, Soy la tempestad te que avisa
que vienen mejores tiempos.
Soy el calor que se adhiere a tu espíritu,
cuando la escarcha cubre tu alma
y la deja al descubierto.
Soy la brisa que te brinda conforte
y te sorprende con una caricia.
Soy el manantial fresco que te baña,
cuando todo es incomprensible y dañino.
Soy la tibia sonrisa del hermano herido;
Soy la cobija que buscas cuando tiemblas
en tu propio lecho.
Soy la malesa cuando te escondes
del temporal incierto y los hombres. 
Soy el argumento que te invita a pensar
con cordura, cuando una palabra quiebra
la profundidad de tu alma.
Soy el bálsamo que cubre tu rostro,
cuando no hay otro remedio que cure
tus dolencias y tristezas.
Yo Soy el que se desvive por ti,
aunque no sientas que estoy a tu lado
para secarte una lágrima. 
Yo Soy el sostén cuando tus pies
no puedan dar un paso al frente.
Soy la brisa, el calor, soy el resplandor
en días de lluvia y en tiempos grises
de verano e invierno. 

Soy,

Soy,

 Soy.


 CANTO DE ESPERANZA
  
 Y porque Soy quien Soy te amo
con todas tus imperfecciones,
con todas tus virtudes y más.
Porque Soy quien Soy, te salvo
cuando el mar un centenar
de añoranzas.
Porque Soy quien Soy,
no dejo pasar la brisa sin
que acaricie tu cuerpo.
Porque Soy quien Soy,
pongo a tus pies un nuevo
amanecer y una Palabra
sabia.
Porque Soy quien Soy,
te recojo de los escombros
consumados por el llanto.
Porque Soy quien Soy,
aclaro tu mirar ausente
y tu ansiedad que abarca
tu cuerpo humano.

CANTOS DE RECONCILIACI ÓN

Me reconcilio con mi dolor
y respiro, sueño, te recibo y te siento.
¡Siento el soplo de Su Santo
Espíritu!

Ahora,

ahora,

ahora.

noris capin

domingo, 17 de abril de 2016

POR TU AMOR

VISITANTES: 19


 
 
 
POR TU AMOR

 
No hay soledad como la mía

cuando el diario vivir me dice

lo lejos que estás de mí.

Escucho la inquietud de voz

que se extrema en seguir

al silencio del sol, falso

retumbo de piedra.

Me consta que este tiempo

es inevitable y febril, forzoso

frente a Dios, y pago mi dicha  

a un alto precio,

que no se equivoca y persiste

en la certeza del amor.

Sé, por Dios, que jamás he

 residido en las tinieblas

de ninguna noche, y tiemblo

al pensar en los intervalos

que en consciencia renazco

por tu amor.

He aparecido y me he visto

como en otras veces, ayer,

de la mano con la realidad

de tantas cosas...

Mas cuando en mí tu recuerdo

acoge mi alma y la envuelve,

como un manto cubierto

de ti

mi encierro huye, vuela, flota

y se aletarga y se refugia
en tu  adorada  imagen  
y en tu voz.


 

noris capin

martes, 5 de abril de 2016

Nuestra resurrección

VISITANTES: 455
Jesús , el buen pastor
Obra de Noris Capin

 
Nuestra resurrección
¿Por qué buscan entre los muertos
al que está vivo?

                                                        Lucas 24:5

La Resurrección de Jesús permanece en nosotros, en nuestro diario vivir y en  cada latido de nuestro corazón.  Nuestra vida toma un  camino vertiginoso y se renueva, se extiende en la amplia sabiduría de Dios.   Él es quien se ocupa de suministrarnos la fe que necesitamos y nos hace  partícipes de Su Resurrección convidándonos a ser mejores seres humanos.
Es por ello que Jesús nos anima a seguir adelante en esta senda llena de espinas, de odio y de violencia —con dignidad y splendor— a través de Su Palabra.
Al meditar el momento al ser Jesús fue bajado de la cruz, las Santas Escrituras nos revelan que fue envuelto en una sábana de lino, blanca, y que su cuerpo inmóvil había sido colocado en un sepulcro excavado en una peña en donde todavía no había sido sepultado nadie.
Las mujeres que lo habían acompañado volvieron a sus casas para continuar con la preparación de perfumes y ungüentos para el día de reposo, según nos narra Lucas en el Capítulo 23: Versículos del 53-56.
Pero hoy nos levantamos nosotros de ese mismo sepulcro en donde Jesús fue colocado. Hoy renacemos al escuchar los himnos de justicia cantar alabanzas de paz y florecemos al despuntar el día con dignidad. Hoy, como en otras ocasiones de nuestra existencia, volvemos a retomar los bríos que se habían quedado en la vigilia de los ángeles y reanudamos nuestras vidas con el aliento de vida y el soplo del Santo Espíritu de Dios.
Ya que hoy permanecemos delante del sepulcro de nuestras dificultades y de nuestros miedos, nos paramos frente a Jesús con las manos llenas de misericordia, de paz, de concordancia y gratitud y nos preguntamos:  ¿Qué haríamos nosotros si nos detuviéramos a contemplar nuestras vidas delante del sepulcro de Jesús? ¿Qué pensaríamos?  ¿Qué cambiaríamos?
¿Pediríamos experimentar la esperanza e incrementar la fe del justo? La fe que es el impulso de vida para entender nuestra propia existencia que persiste en mantener la confianza y la serenidad frente a la vida?   ¿Quizás le solicitaríamos compasión para poder entender los sufrimientos de otros y sentirlos en carne propia? ¿Tal vez le suplicaríamos que nos enseñara amar tal como Él nos ama a nosotros?
¿A lo mejor nos quedaríamos sin voz, mudos, sin valentía y sin ánimo, como cuando hemos sido oprimidos, humillados y vencidos por otras personas y por nuestra inhabilidad de responder con fuerza propia a las vejaciones de abuso corporal y de palabras?
Posiblemente en el murmullo de la soledad o en la algarabía, pudiéramos entender que nuestro cementerio interno no es más que la ausencia de Jesús en nuestra vida,  al temor a lo desconocido y a la angustia por lo que ha de venir...
Dice la Palabra de Dios en Lucas Capítulo 24. —¿Por qué buscan ustedes entre los muertos al que está vivo?  No está aquí, sino que ha resucitado. Acuérdense de lo que les dijo cuando todavía estaba en Galilea: que el Hijo del hombre tenía que ser entregado en manos de pecadores, que lo crucificarían y que al tercer día resucitaría.
Hay que nacer para levantarnos del sepulcro, elevarnos hasta la inmensidad de Dios e implorar, gemir si es necesario, para que las situaciones de nuestra vida sean agradables a Dios, a lo que Él desea para nosotros y actúe.  Hay que doblar rodillas para que haya un cambio delante de la presencia poderosa de Dios, al saber que Él nos observa con un corazón lleno de amor y compasión.
Hay que limpiarnos de las impurezas que nos alejan del camino verdadero, tenemos que pensar detenidamente antes de que nuestros labios expresen palabras hirientes y debemos observar y honrar el bienestar de los demás para disfrutar nuestra propia abundancia y conforte.
Y ahora imploramos a  Jesús que, por medio de Su Resurrección, nos oriente a llegar ser mujeres y hombres destinados alcanzar la plenitud de Su Reino el cual vendrá a nosotros para resucitarnos, para alzarnos, en espíritu y verdad, para poder ser capaces de  postrarnos delante del sepulcro de Jesús, sin vanidad, sin orgullo, con un corazón rebozado de amor y vehemencia y decir:  ¡Aleluya, Aleluya, hemos resucitado!
 
noris capin
 
 

domingo, 20 de marzo de 2016

Y me dijeron...


VISITANTES: 177
Obra en papel de Noris Capin

Y ME DIJERON
 
 



Y ME DIJERON
que tus  ojos se igualaban a la yerba buena,
a los montes lejanos  en donde se visten
los  campos de plantas y de cigüeñas.
Allí donde se acopian los matices
de agua fresca, de sal y de todos los bienes
que respira la tierra.
Me dijeron que eras como la lluvia eterna
y que lo abarcabas todo con tu canto,
que lo ceñías fuertemente con tu abrazo
ante el jardín de todas mis fiestas.
Me dijeron que tu tez era morena
y que ardía la vehemencia de tu frente,
encima de la raíz de todas mis penas
y mi recordada ausencia.
Y te divisé un día al nombrarte mío,
en las alas del frío silencio,
en la escuela,
entre los pupitres que me guarecían
del miedo, de tantas suertes acopladas
a mi mente,
y al destino de tus ojos y tu abrazo.

 


Obra de Noris Capin
"Pensamientos morados"

FUE MI SUERTE

 

 

Fue mi suerte la misma suerte de los pobres
y fui como un ave doliente tratando de volar,
 hacia una marea crujiente y por encima
del mar que eleva mi  voz.
Fui lo mismo que un trecho lleno de abrojos,
colmado de piedras, de indígenas vestiduras,
de bolsas saciadas de culpas, de mortíferas
ingratitudes desde el mes de abril.
Soy, soy, como una prenda sin lustre, soy,
como una llamarada sin labios, como la luz
que no se enciende al salir el sol.
Y ya no me veo como una santa criatura
sin jaula, que no entiende de insomnios,
la que no sabe de agravios, de desdichas
infantiles creadas por otros.
 
Soy la infanta de los campos, mi verdadera
naturaleza son mis ramas, la única dicha
que me acoge son las hojas de mi  árbol
que, cada noche, me envuelve fielmente
con su voz.
Fue mi suerte la misma suerte de los pobres
cuando me di cuenta que mi riqueza
fue siempre mía, —como un regalo
de mi Dios por todos los siglos
de siglos. Amén.
 
 

noris capin